¿Quién soy? ¡Ayúdame Coelho!

Por fin tengo una pequeña conclusión que darle al mundo: No tengo personalidad!.

Ufff lo he dicho, por fin, después de años de negarlo lo he confesado. Qué gran peso me he quitado de encima. Jebús acúsome de no tener personalidad alguna o en su defecto, de tener varias bastante mediocres.

Sin embargo creo fervientemente que el encontrarme como persona radica completamente en mi, no lo encontraré afuera. ¿A qué voy? Libros de auto ayuda o cómo me gusta llamarlos "autoestima de supermercado". 

No creo que dentro de ningún libro radique la solución a mis problemas de autoestima, por lo menos no en aquellos que se venden en una tienda de autoservicio, que comparten anaquel con revistas y cajas de regalo. 

Coelho tiene muchos detractores no solo en la web, se le acusa de crear gente floja en el sentido literario. Carlos Cuauhtemoc Sánchez ha sido criticado también por el tipo de literatura que vende. Creo que sus libros son muy malos en medida de su función ¿qué? les explico: si lees un libro de ellos o cualquier otro como simple distracción está (para mi) justificado. Pero si lees este tipo de libros buscando encontrar una filosofía de vida entonces si hay un problema serio. El problema se vuelve grave en la misma medida en que el lector se los toma en serio. 


Después de libros pesados, que exigen una concentración real, y que conllevan a un desgaste mental y emocional, enjuago mis ideas con literatura sencilla (de poca monta), así han desfilado por mi biblioteca un sin fin de historias mediocres pero muy entretenidas. 

La salud mental es un tema delicado, si yo, tuviera una amiga, amigo, pariente que estuviera atravesando por un mal momento, no le llevaría un libro de ayuda, lo llevaría con ayuda real, psicólogo, psiquiatra o tanatólogo.

Así como nadie recetaría un libro para el resfriado, no podemos recetar libros para curar la mente, mucho menos de un autor que dice "Cuando una persona desea realmente algo, todo el universo conspira para ayudar a esa persona a realizar su sueño". 


Creo que no podemos esperar que nadie conspire en ayudarnos, mucho menos el universo y las fuerzas luminosas de las que hablar Coelho. 


¿Quién soy? no sé, le preguntaré a Coelho. 




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