No importa mi edad, siempre seré una adolescente temerosa
Dicen que el pasado se repite si no logramos aprender de él. Estamos inmersos en un circulo, algunas veces vicioso, algunas solo tedioso. El circulo de la vida.
Despues de una niñez llena de vivencias y recuerdos, aqui estamos, algunos mas viejos, algunos cansados y otros con mas fuerza que al principio.
Como mujer se que nunca cambiará el sentimiento de hace 12 o 10 años, sigo igual, llena de dudas, con mas temores que certezas y con mas vicios que cualidades. Ya no colecciono sueños y los pocos que tenía atesorados como monstruos debajo de mi cama, los he dejado ir.
Vivo del presente con una leve, muy leve esperanza en el futuro. No es que sea pesimista, pero en un mundo cargado de malas intenciones, lo mejor es no exagerar las expectativas.
Mientras observo mis manos, veo cuanto he cambiado, son distintas, menos inocentes. En las manos tambien se ve la inocencia y las mias ohh por dios, carecen de ella. Unas pequeñas, muy finas lineas empiezas a trazar camino por mi rostro antes imperturbable. No me gustan pero las voy aceptando, porque son resultado de algunos años locos y arrebatados, son el testimonio palpable de que he vivido.
No llego a los 30 y siento que he perdido los mejores años y me niego a ser de aquellas que viven recordando. ¿Recordar que? ¿amores, amigos? El tiempo sigue avanzando y yo sigo igual.
Carajo! creo que no, ¡yo no estaba preparada para el mundo! ¿porqué no nos advirtieron que vivimos para sentir?
Despues de una niñez llena de vivencias y recuerdos, aqui estamos, algunos mas viejos, algunos cansados y otros con mas fuerza que al principio.
Como mujer se que nunca cambiará el sentimiento de hace 12 o 10 años, sigo igual, llena de dudas, con mas temores que certezas y con mas vicios que cualidades. Ya no colecciono sueños y los pocos que tenía atesorados como monstruos debajo de mi cama, los he dejado ir.
Vivo del presente con una leve, muy leve esperanza en el futuro. No es que sea pesimista, pero en un mundo cargado de malas intenciones, lo mejor es no exagerar las expectativas.
Mientras observo mis manos, veo cuanto he cambiado, son distintas, menos inocentes. En las manos tambien se ve la inocencia y las mias ohh por dios, carecen de ella. Unas pequeñas, muy finas lineas empiezas a trazar camino por mi rostro antes imperturbable. No me gustan pero las voy aceptando, porque son resultado de algunos años locos y arrebatados, son el testimonio palpable de que he vivido.
No llego a los 30 y siento que he perdido los mejores años y me niego a ser de aquellas que viven recordando. ¿Recordar que? ¿amores, amigos? El tiempo sigue avanzando y yo sigo igual.
Carajo! creo que no, ¡yo no estaba preparada para el mundo! ¿porqué no nos advirtieron que vivimos para sentir?