El libro impreso no murió

Y en pleno 2018 el libro en papel no está muerto y no creo que muera en muchos años. Yo soy fan del libro físico, pero debo reconocer las bondades del ebook, sobre todo cuando se trata de ahorrar y en cuestiones ecológicas. Si tan solo olieran igual. 

 En 2008, una macroencuesta de la organización entre mil editores de 30 países marcó 2018 como el momento en que el libro electrónico superaría en volumen al negocio tradicional.

Pero estamos en ese futuro lejano y los pronósticos están lejos de cumplirse, algo en verdad importante inclusive, es que se muestran recuperaciones considerables en las ventas físicas contra las versiones digitales. 

¿Será cuestión de modas y los digitales dejaron de estarlo? Como lectora en su momento opté por las versiones digitales pero tengo que confesarlo, no fueron gratificantes. Durante los dos años que opté por medios digitales leí un promedio de 90 libros, de los cuales, para ser honesta, no recuerdo más del 80% de las historias y los títulos, también dejé muchos inconclusos, situación que con los libros de papel no me ocurre. ¿Radicalismo mental? 

¿Ustedes que opinan? ¿Forman los mismos lazos emocionales con las ediciones digitales? ¿Siguen sus rituales de lectura como con los libros convencionales? 



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