Las Pistas Falsas de Canclini en la FIL 2018





«Goya vio a Hitler antes de que Hitler viera a Goya». Con esta frase contundente comienza la novela Pistas falsas. Una visión antropológica que ambientada en un futuro no tan distante, 2029, narra la historia de un antropólogo chino que «cansado de trabajar en excavaciones en su país para extraer libros de contabilidad e informes sobre catástrofes ecológicas escondidos por empresas fraudulentas, decidió retomar sus estudios de español en el Instituto Cervantes y viajar a América Latina».

El protagonista desea conocer la tierra de sus héroes literarios, mexicanos y argentinos, que le han enseñado el idioma español y lo han impregnado de una mitología que, tan distante de su realidad, lo remite a un mundo alternativo. Lo corroe, además, la curiosidad de conocer los territorios hacia los que han huido oficiales de gobierno acusados de corrupción en su país, o centenares de trabajadores que se han exiliado tras las quiebras masivas de las corporaciones en las que trabajaban.

En el mundo que nos muestra García Canclini, las grandes guerras se libran en el ciberespacio, catástrofes naturales han dado al traste con archivos milenarios borrando buena parte de la memoria histórica y cultural del mundo, las interacciones sociales discurren casi exclusivamente en las redes socio-técnicas (bajo permanente vigilancia) y las ciudades se han transformado en un tenue campo de batalla entre inmigrantes, exiliados, apátridas, y los dueños del capital.

«Es 2030, Palestina ya es un Estado y la “globalización desde abajo” ha conseguido llevar las oficinas de Tepito a China. Un arqueólogo que viene de lejos –lo traiciona el acento– viaja por ciudades paradigmáticas de América Latina, observando las costumbres de los locales y mezclándose con sujetos a los que lo une la curiosidad y el asombro, tal vez incluso el amor. Con una imaginación delirante y en diálogos abigarrados en los que se mezclan con pertinencia los saberes de varias disciplinas, Canclini da el salto desde las ciencias sociales para aterrizar en un texto que mezcla géneros de escritura y que especula sobre el futuro sin olvidar nunca los dilemas del presente. Todo es interesante para la mirada del excavador de la cultura: el supermercado o el diseño de muebles, los usos de las calles y el estado del mercado editorial, así como la compleja transformación de zoológicos en ecoparques. En Pistas falsas. Una visión antroloógica la ficción se deja atravesar por la etnografía o la carta personal para ver, desde el futuro, el pasado que ya somos».
Cristina Rivera Garza

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